lesoto
Seguía mi viaje por África hacia Johannesburgo era mi propósito tramitar nuevas visas en el camino visite Lesoto un pequeño país enclavado dentro de Sudáfrica, fue mi espíritu viajero lo que me hizo volver de nuevo al camino, Maseru la capital de Lesoto se conecta con Sudáfrica a través del puesto fronterizo de Maseru Brigthe, una vez atravesé el puente me di cuenta que era diferente a Sudáfrica, la ciudad esta ubicada en un pequeño valle rodeado de las montanas Maloti fui al mercado a coger un bus y esperaba nuevamente mi salida entre el bullicio y la confusión, me acompañaban en este viaje nuevas gentes y en sus cabezas adornaba un sombrero cónico de paja echo a mano con hierba seca trenzada un gorro tradicional de la etnia Basotho, su nombre es Mokorotlo considerado este sombrero un símbolo de la nación que se podía ver por todas partes en sus cabezas en las matriculas de los coches en la forma de los tejados en los carteles publicitarios en las banderas del país .
Viajaba con hombres sencillos y no reinaba en África nunca la impaciencia es una característica del continente Africano, cultivaban las mujeres de sombrero cónico la tierra rascaba el frio y respiraba el país un aire rural fresco y tranquilo me llevo esta parte del viaje a una cadena montañosa de caminos rudos era sin duda un lugar de descanso y en los alrededores se podía practicar senderismo montar a caballo hacer treking y recorrer rutas en bicicletas de montana, podía realizar muchas actividades mi desventaja era el presupuesto me llegaba con estar allí con mirar los paisajes que me rodeaban con calentar de noche mis manos en el fuego de la hoguera, me relajaba en aquel extenso terreno de montanas conviviendo entre pastores que montan a caballo y visten gruesas mantas que enrollaban sobre su cuerpo para protegerse del frio, sus casas son cilíndricas construidas de adobe y el tejado es de paja con forma de cono, al mediodía cuando llegaba la hora de mi almuerzo visitaba la casa de un pastor el me hacia comida y yo le colaboraba con algo de dinero, una sencilla y rica comida acompañada de verduras, afuera criaba su ganado, para aquel hombre la vida transcurría en aquel pequeño pueblo llamado Malealea, desconocía cuantos días al ano bajaba a la ciudad, el vivía respirando el aliento de sus montanas, me quede varios días de descanso en aquel lugar y después regrese a Sudáfrica